Exigente

marzo 24, 2019

Los eclipses son algo bello. Los eclipses son algo normal. Como muchos otros fenómenos naturales, inspiran a la imaginación, a veces de maneras extravagantes. Existen “ideas” como la de que durante un eclipse la atracción gravitacional sufre modificaciones y “se reduce” o que los péndulos se comportan de manera “extraña”. Algunas personas dicen que eso demuestra que Einstein estaba mal, un enunciado muy famoso entre soñadores y charlatanes.

Yo creo que los eclipses causan mucha conmoción porque a pesar de ser normales y frecuentes, no lo son en la misma región de la Tierra y, a menos que andemos viajando cada dos años persiguiéndolos, la mayoría tendremos oportunidad de ver muy pocos. Sin embargo, los podemos entender y podemos darnos una idea de si las cosas que escuchamos, sobre todo aquellas que infieren que hay algo misterioso y “oscuro”, tienen algo de sentido o son simplemente locuras imaginadas.

Sabemos que nuestro planeta se encuentra en órbita alrededor del Sol. Lo que quizá no sepamos o recordemos, son las características básicas de dicha órbita. Para empezar, la distancia promedio entre la Tierra y el Sol es de aproximadamente 150 millones de kilómetros. Es una distancia muy difícil de imaginar, ya que nuestra experiencia cotidiana no nos ofrece esas magnitudes. El diámetro de nuestro planeta es de aproximadamente 12,700 km. Si pensamos en el diámetro de la Tierra y lo comparamos con la distancia promedio al Sol, vemos que es menos de una diezmilésima parte: para el Sol, nuestro planeta es prácticamente un punto.

La Luna se encuentra mucho más cerca de nosotros que el Sol. Sabemos que la Luna está en una órbita alrededor de la Tierra y se encuentra a una distancia promedio de 384,400 km.

Si usted piensa que la oscuridad causada por un eclipse puede afectar el desarrollo de un feto, en el sentido de causar malformaciones, por ejemplo, tenga en cuenta que esa oscuridad es la misma que tendría si usted se encerrara en cualquier habitación y cerrara las ventanas impidiendo que la luz del sol le llegara. Si piensa que no es solo la oscuridad, sino que – al mismo tiempo – la atracción gravitacional de los dos objetos (Luna y Sol) al estar “tan juntos” también producen un efecto, otra vez, recupere la tranquilidad, eso sucede todo el tiempo ya que cuando no hay luna en las noches, es porque anda encima de nosotros durante el día, solo que su sombra no “nos toca”.

Si piensa que los eclipses causan temblores y lo argumenta diciendo que es por los jalones gravitacionales del Sol y la Luna, que se juntan y “jalan” más, casi tiene razón, excepto por el hecho de que no es el eclipse. Eso sucede todo el tiempo ya que, como dije antes, cuando no hay luna en la noche, anda encima de nosotros durante el día y “jala” con el Sol. Así que esas fluctuaciones gravitacionales son algo común, van y vienen con el ciclo lunar, independientemente de si la sombra de la luna le pega a su rancho/ciudad/región o no. Su efecto en los sismos es algo que se estudia en la actualidad.

Ahora, si piensa que con un listón rojo y/o un objeto de metal usted contrarresta los efectos negativos de un eclipse, usted tiene un nivel de “pensamiento” similar al promedio existente durante la edad media, en donde no existía educación ni información colectiva.

Si usted, después de informarse y escuchar la información emitida por profesionales, de todas maneras “argumenta” que usará o recomendará usar esas medidas “por si las dudas” o porque “no pierdo nada” o “no vaya a ser” o cualquier cosa similar en referencia a los efectos negativos en la formación de un feto derivados de un eclipse (o de cualquier información proveniente de la ciencia que contradiga sus expectativas), entonces, usted en realidad no tiene un interés en saber, quiere tener razón aunque no la tenga.


Conversatorio sobre ciencia

marzo 13, 2019

 

Hoy participé en el conversatorio que se llevó acabo en la Cámara de Diputados  para discutir sobre las posibilidades de la nueva ley de ciencia tecnología y la situación general de la ciencia, la tecnología y la innovación en el país. Les comparto las notas que utilicé para guiar mi presentación dentro de la mesa seis con el tema general de recursos humanos, educación, divulgación científica y la transversalidad de la equidad de género.

 

Gracias por la oportunidad.

Hay muchas peticiones e intereses de diversa índole. Hay quien viene con una perspectiva general y visión a largo plazo, hay quienes tienen una preocupación más inmediata. También hay expectativas personales y de grupo o institucionales. A nivel personal yo tengo inquietudes en todas esas categorías, pero hoy quiero centrarme en lo que considero puede tener un impacto más general para el país y la sociedad.
Hablamos de ciencia y tecnología. De la ley (de ciencia). De su impacto y apropiación y de su comunidad (en esta mesa en particular sobre los recursos humanos).

Lo primero que me gustaría comentar es que se trata de un problema muy relevante.

Es importante mencionarlo y explicarlo ya que esto está sucediendo dentro de un contexto muy complicado en nuestro país: violencia, pobreza, corrupción, etcétera.

Esta compleja situación puede hacer que el problema de la ciencia se perciba como uno más, de muchos, y quizás no tan apremiante.

Esto es un problema en sí que debemos intentar modificar. Está precisamente relacionado con la apropiación social de la ciencia y su impacto. Debemos hacer todo lo posible por convencerles de que estamos hablando sobre algo que es indispensable para que lo demás funcione.

La ciencia no ha sido apoyada en nuestro país. Dejemos de repetir eso. La ciencia que se realiza en nuestro país no ha contado nunca con un apoyo firme ni ha sido considerada como parte toral de los planes nacionales de desarrollo.

Cuando nos preguntamos sobre la apropiación, sobre el impacto, etc. no debemos olvidar que eso surge como un producto natural de una sólida y duradera inversión. Con tiempo y sustento, sin atajos ni simulaciones. Hay una desesperación natural, entendible. Pero es importante entender que se necesita hacer mucho más para lograrlo…

La ciencia, además, tiene un problema particular con el ámbito de la política. La ciencia produce respuestas y estrategias que a veces no se pueden acomodar. En sistemas de gobierno y de toma de decisiones en los que la opinión de gobernantes y/o grupo de poder son lo más importante, la ciencia muchas veces resulta ser incómoda. Esto es importante mencionarlo y entenderlo ya que, si queremos lograr que se le de el lugar que necesita para transformar al país, debemos saber sortear esa realidad.

Esta discusión es, entonces, de lo más trascendente

Disculpen si insisto sobre la importancia. Creo que la mayoría de quienes estamos aquí compartimos a algún nivel esta inquietud. No me alcanza el tiempo para poder brindar más sustento a esta declaración, pero algo que puedo decirle a quienes legislan es que consideren lo siguiente. Una evidencia de que NO invertir en ciencia de manera firme, contundente, sin vacilación y durante mucho tiempo, resulta catastrófico para un país, es el día de hoy.

PROPUESTAS

Me enfoco a un problema central.

Es muy poco el espacio para un análisis profundo. Afortunadamente hay un aspecto que es muy sencillo de identificar como parte del inicio de cualquier estrategia que pretenda lograr que la situación cambie: es uno de los ingredientes imprescindibles de cualquier estrategia: es necesario construir y fomentar una verdadera “masa crítica”. Necesitamos incrementar el número de personas capacitadas para la ciencia por al menos un factor de diez.
Necesitamos empezar a crear y fomentar licenciaturas que produzcan personas de mucha calidad en las áreas básicas a lo largo y ancho del país. Generarlas por montones para que luego vayan a doctorarse a los mejores lugares del mundo.
Necesitamos fomentar una internacionalización congruente y científica. Las culturas que han florecido en el ámbito científico y académico lo han logrado a través de fomentar la diversidad. Esto no está peleado con el desarrollo local y de «lo nuestro», al contrario, realizado dentro de un contexto transparente y sin corrupción, fortalece a todo el sistema.
Propuestas concretas:

Primero una propuesta general que incide en todos los temas de todas las mesas: El conacyt debe siempre gestionar más recursos para la ciencia (esa debe ser su función principal) y muy importante, la pseudociencia no debe estar en conacyt.

 

Ahora sí:
1. La creación de grupos pequeños/medianos de investigación en áreas básicas dentro de todas las universidades públicas en los diferentes estados de la república. Grupos que estén conformados por investigadores del más alto nivel que cuenten con independencia académica (formación y experiencia sólidas) que les permita realizar investigación científica de manera independiente (con redes nacionales y extranjeras) y al mismo tiempo llevar bajo su responsabilidad programas de licenciatura en las áreas básicas. Existen muchas personas jóvenes en el mundo con el perfil necesario que podrían ser contratadas bajo este esquema. La consolidación y evolución natural de esos grupos, con el apoyo constante, adecuado y evaluado, harán que crezcan y vaya generando más oportunidades en al menos dos direcciones: creación y desarrollo de áreas diferentes a la básica con un fuerte sustento y desarrollo de oportunidades para futuras generaciones de científicas y científicos que podrán incorporarse a la comunidad científica del país de manera productiva.
2. Creación de «bachilleratos científicos» en donde colaboren de manera directa quienes hacen investigación en los grupos anteriormente descritos.
3. Apoyos complementarios a docentes de nivel medio superior de áreas científicas que participen en programas de capacitación y desarrollo disciplinar (que puede incorporar elementos didácticos de manera complementaria).
4. Apoyos mensuales para todas las mujeres que estudien el nivel medio superior y que participen en programas extracurriculares enfocados a las áreas de ciencia.
5. Apoyos mensuales para todas las mujeres que estudien una carrera científica o de ingeniería a nivel licenciatura.
6. Reclasificación de los niveles en el SNI para que a las mujeres se les otorguen estímulos adicionales (parecido al estímulo a personas que laboran fuera de la CDMX).
7. Apoyo complementario para personas de nueva incorporación en lugares donde no existe una comunidad científica establecida.
8. Becas de estudio a nivel licenciatura y posgrado para estudiantes de países de Centroamérica.

Conclusión:
Sé que esto puede sonar un poco alejado de las inquietudes que algunos de mis colegas tienen en este momento y que les preocupa se resuelvan de manera inmediata. Comparto esa ansiedad y por supuesto deben de considerarse propuestas que puedan dar respuesta a esas inquietudes.
Me concentro en estas propuestas y concluyo así porque no hay más tiempo. Hay tantas otras cosas que debemos discutir e incorporar, pero en la situación actual de mi país, y la preocupación personal del rumbo que pareciera quiere dársele a la administración de la ciencia, me exige ir a lo toral, a lo verdaderamente fundamental para el desarrollo del país.


La solución

marzo 8, 2019

Uno de los temas más candentes en la frontera del conocimiento científico consiste en entender y determinar qué es la “materia oscura”. Ya encontraré un espacio para describir de qué trata ese tema, por hoy solo menciono que se trata de materia que no podemos ver con la luz, es “invisible”. Hoy quiero aprovechar el espacio para hablar de otra oscuridad.

Es claro que nuestro país pasa por momentos difíciles, oscuros. Como en cualquier arena, cuando hay problemas y situaciones complicadas, tomar decisiones acertadas es muy difícil. Si hay problemas, si no nos sentimos bien, si tenemos desesperación, miedo, incertidumbre, es muy probable que nuestras decisiones no sean muy razonadas. También, colectivamente, si además, de tener una situación compleja y llena de problemas que son difíciles de controlar, no tenemos el mínimo interés en resolver o mejorar la situación general y solo vemos por intereses personales, imaginen qué tipo de “decisiones” podremos tomar. ¿No se pueden imaginar? Qué tal algo como reducir presupuestos a educación, ciencia, salud. Si les suena familiar, de seguro es solo una coincidencia.

Hoy la situación de la ciencia en el país es oscura. Más que oscura, podría decir que el interés que se tiene sobre la ciencia como elemento de cambio por parte de tomadores de decisiones, y quizá también por grandes sectores de la población, es simplemente inexistente. La ciencia en México es percibida como una cosilla por ahí, insignificante, inútil e invisible. En el mejor de los casos, pareciera un lujo tonto por el que no debemos preocuparnos, menos cuando hay tantos otros problemas. Sí, es verdad que otros países, esos que rigen el mundo, cuando tienen crisis recurren a invertir en ciencia y educación, pero eso lo hacen ellos, nosotros no, ¿para qué? Sí, es verdad que la inversión de esos países en esos sectores es precisamente lo que les permitió llegar a donde están, pero ¿de verdad queremos eso?

La ciencia en México es materia oscura.

Se debe decir que parte del problema es que a veces nosotros mismos – la comunidad científica – no podemos reconocer que no existimos. Nos cuesta trabajo reconocer que, en realidad, en nuestro país no hay ciencia. Caemos en el juego de que sí hemos avanzado y que “ahí la llevamos”. La verdad, tomando en cuenta el tamaño y riqueza del país: no existimos. Los intentos individuales y de algunos grupos son loables, pero en realidad no existimos. Es importante reconocerlo ya que las estrategias que podamos proponer y llevar a cabo deberán estar sustentadas en la realidad, no en la creencia (o enorme deseo o descarada simulación) de que las cosas van “más o menos” bien.

Es muy poco el espacio para un análisis profundo. Afortunadamente hay un aspecto que es muy sencillo de identificar como parte del inicio de cualquier estrategia. Primero, una vez reconocido por quienes hacemos ciencia, que a nosotros “no nos tocó”, y que como científicos, analicemos y veamos qué podemos hacer para que la situación cambie en el futuro, es muy fácil describir al menos uno de los ingredientes primarios, fundamentales, imprescindibles de cualquier estrategia: para hacer una diferencia, para que nos escuchen, para obligar el cambio (ya que no vendrá de otro lado, sino de la presión que podamos ejercer), es necesaria una verdadera “masa crítica”. Aunque no haya dinero, aunque nadie quiera contratar, aunque signifique sacrificar generaciones, aunque parezca que no tenga sentido, necesitamos incrementar el número de personas capacitadas para la ciencia por al menos un factor de diez. Necesitamos empezar a producir licenciaturas que produzcan personas de mucha calidad en las áreas básicas. Generarlas por montones para que luego vayan a doctorarse a los mejores lugares del mundo y así, en unos diez, quince o veinte años, el sistema colapsará y no habrá de otra (como dije, este es un ingrediente imprescindible, mas no el único). Desgraciadamente solo así forzaremos a que se nos escuche. Eso es importante porque no representamos simplemente una voz más exigiendo atención, no, la cosa es que la ciencia representa la salida, la solución.