Querido lector, estimada lectora, les he engañado. En estos días es sumamente importante llamar la atención, no importa cómo. ¿A quién le puede interesar la veracidad de una noticia? ¿lo aburrido de un análisis honesto y sensato? A nadie. Los lectores son personas desinteresadas, apáticas, ignorantes y sobre todo fáciles de manipular. Al menos eso es lo que parece decir la mayoría de reportes y artículos en muchos medios de comunicación. No hay respeto por el respeto a los lectores, a los temas, a la veracidad. Solo interesa llamar la atención, promover nuestras ideas o dar credibilidad a nuestros intereses. Es más importante “ir a favor de” o “en contra de,” que la veracidad y la búsqueda de la posible objetividad.
La difusión de noticias científicas no es la excepción, sucede lo mismo: “Científicos demuestran que el cáncer se puede curar con pedos,” “ Investigadores de la Universidad de (alguna famosa extranjera) confirman que transgénicos desarrollan tumores en ratas,” “nos encontramos ante la siguiente extinción masiva en el planeta,” “la NASA anuncia que construyen nave que rebasará la velocidad de la luz,” “científico mexicano patenta una batería de energía infinita,” “Stephen Hawking dice que el Higgs destruirá el universo,” “Afirma Chabelo que conoció al último dinosaurio.”
Al parecer, nuestra necesidad de encontrar eco en la sociedad y dar a conocer nuestros resultados e intereses, nos lleva a exagerar y a mentir, en lugar de simplemente reportar, informar o emitir una opinión basada en evidencia o conocimiento. La competencia por atención y recursos nos ha hecho, a algunos, caer en el juego de gritar más fuerte que los otros para notarnos más, para sobresalir. Yo creo que es lamentable, aunque claramente es solo una opinión. La cuestión en realidad no depende para nada de lo que yo pueda opinar, más bien depende de si funciona o no. Entonces, ¿funciona?
Ante la creciente ola de información, tanto en su acceso como en su distribución, los científicos no se pueden quedar callados. Son tantas las voces y tantos los disparates, que me atrevo a decir que hoy, más que nunca, hace falta que los expertos griten y pataleen, para poder contrarrestar (intentar al menos) toda la abrumadora cantidad de basura y malentendidos, disponibles a tan solo unas cuantas tecleadas de distancia. Cuando existe mucha información, y además a la mano, es muy fácil perderse. Es muy fácil también pensar que con leer un par de artículos sobre algún tema ya lo sepamos.
Sí, me parece que los científicos cometemos un error cuando utilizamos algunas de las mismas tácticas sensacionalistas y mentirosas, pero entiendo – digamos que no me sorprende – que a veces suceda. Es posible, sobre todo en algunos lugares muy bonitos de nuestro planeta, que grupos deshonestos y charlatanes, por gritar más y llamar más la atención (quizá prometiendo cositas), obtengan mayores apoyos que los grupos serios de expertos que, además de posiblemente no gritar tan fuerte, pueden obtener resultados que no necesariamente sean del gusto, ni vayan de la mano, de los intereses o visiones de los órganos que aportan los recursos, sean estos gubernamentales o privados.
Así pues las cosas. Estamos invadidos de información y mucha de ella es simplemente basura. Además, alguna de esa basura es completamente intencional y tiene como propósito modificar nuestras percepciones y opiniones sobre diferentes temas. Afortunadamente existe la posibilidad de ver a través de eso, sin embargo, como casi todo lo bueno, requiere de un poco de entrenamiento y esfuerzo. Requiere también de un genuino interés por informarse y analizar.
Cambiando un poco de tema, aunque no del todo, quiero invitarlos a realizar el siguiente experimento en el que voy a hacerles unas preguntas: ¿Consideras que los alimentos transgénicos son buenos o malos? Siguiente: El Monóxido de dihidrógeno es letal para el ser humano en ciertas cantidades. Su presencia se ha constatado científicamente en cantidades elevadas durante los últimos huracanes y ciclones alrededor del mundo. Actualmente cualquier persona puede obtenerlo y manipularlo sin regulación alguna. ¿Estarías de acuerdo que se regulara su uso y suministro en el sector industrial? ¿en el público? Muchas gracias por responder y por participar.
Para determinar de manera individual qué tan influenciados podemos estar, les invito ahora a que piensen sobre lo siguiente: seguramente tuvieron una opinión sobre la pregunta de los transgénicos, y podría apostar que algunos tengan una fuerte opinión al respecto. Ahora les pido que respondan a esta otra pregunta de la manera más profunda posible ¿Qué es un gen? No sé cuántos de ustedes sepan la respuesta (porque la hay, no es cuestión de opinión), pero puedo sospechar que algunos no lo sepan o tengan una idea muy superficial y sin embargo, aún ignorándolo, tengan una fuerte opinión sobre el tema de transgénicos. Les invito a pensar sobre eso. Ahora, espero que la mayoría de ustedes haya contestado que no estarían de acuerdo en regular el Monóxido de dihidrógeno ya que, aun cuando todo lo que se dijo sobre sus propiedades es verdad, necesitamos del acceso libre al agua para poder vivir.
Reblogueó esto en ConCiencia en Colimay comentado:
Algunas «noticias» y «entrevistas» recientes me han recordado esta entrada.