Malas mañas… ni modo.
Pos no pude vencer la tentación y regresé al billar con la sucia intención de coyotear. Llegando pedí una mesa para mi solo y empecé a darle a las bolas (eso de pedir consistió en apuntar a la mesa y hacer gestos, porque sabrá la chin… cómo se pide la mesa en vietnamita!).
Este billar es un lugar a donde no van turistas. Es un típico billar perdido en el barrio con barra de hielo en el mingitorio, caras oscuras, tipos descamisados de ojos vidriosos, olores interesantes y un aire pesado. Ya se han de imaginar la curiosidad que causé al entrar con mis bermudas y sombrero de explorador (esto era parte de mi plan, por supuesto).
Pasaron no menos de 15 minutos cuando unos tipos se acercaron a la mesa. Recuerden que ellos no juegan a 3 bandas, así que cuando veían mis intentos fallidos, no entendían porqué…
Ver la entrada original 397 palabras más